domingo, 30 de octubre de 2011

Mi despedida a Marco Simoncelli


Ha pasado una semana de la carrera maldita. Todavía no me hago a la idea, por mas que leo, por mas que veo, por mas que hablo de lo ocurrido en Malasia, no me hago a la idea que el próximo Domingo, Super Sic no estará en la parrilla. No me hago a la idea de no verlo sentado en su Box colocándose la tirita en la nariz y haciendo alguna gracia a la cámara. No me hago a la idea de no ver su figura tan peculiar por el Paddock. No me hago a la idea que Marco nos ha dejado. No me hago a la idea que Marco no estará en Valencia, al menos no físicamente, porque estoy segura que no lo veremos, pero Súper Pipo se va a notar, Súper Pipo estará en Valencia y se proclame quien se proclame campeón en cada categoría, solo habrá un numero uno este año en el mundial de motociclismo, en todas las categorías el campeonato será sin duda de Marco Simoncelli.

Pasión, si había una palabra que definiese a Marco era pasión. Pasión sobre la moto, agresividad para mi gusto en su justa medida, quizás algo subida de tono en contadas ocasiones, pero que a fin de cuentas es lo que hacía que el mundial tuviese vida. Era la pimienta que necesitaban las motos, era la sal que condimentaba el mundial. Ahora faltando el...sin Marco, moto Gp se ha quedado soso. Este circo no será lo mismo. A día de hoy puedo decir que Super Sic era el único que me levantaba del sofá y me hacía sufrir, el único a día de hoy que me hacía vivir las carreras.


Muchas peleas, grandes luchas, peligrosas trazadas, adelantamientos imposibles, sus codos saliendo de la cúpula de la honda, esa melena rizada escapándose del casco, esa pierna fuera de la moto haciendo de freno invisible en las curvas, ese enorme piloto perfeccionándose todavía carrera a carrera, esa joven promesa italiana que tal vez por su exceso de fogosidad, nunca pudimos ver en lo mas alto del podio de Moto GP. Ese joven de 24 años que el pasado Domingo perdía la vida en el asfalto de Sepang , paradojas de la vida, circuito donde en 2008 ganó su titulo de campeón mundial de 250cc..

Simoncelli era un niño grande y como tal se llevó las reprimendas por sus actos erróneos, pagados y saldados, errores que otros pilotos también tuvieron en su día, errores que no son únicos y errores que se volverán a cometer. Señalado y juzgado por muchos, muchos que ahora lo alaban por el hecho de haberse matado. Hipocresías del mundo. Muchos son los que escriben "Marco, un piloto muy querido", no es cierto, Marco era querido por muchos y odiado por otros muchos también, lo que si es irrefutable es que Marco Simoncelli no pasaba desapercibido, era un piloto con carisma y un piloto con un hambre de victoria impresionante.





En estos momentos, en esta misma hora, hace siete días justamente estaba sentada en el sofá, disfrutando lo que prometía ser una gran lucha entre Super Sic y Bautista, empezando a aplaudir a Valentino Rossi que estaba enseñándole la rueda a Colin Edwards, cuando de momento vi aparecer a Simoncelli casi arrastrándose con su moto hacia lo inevitable. Mis manos pasaron de aplaudir a posarse en mi cabeza, se quedaron ahí sujetándola mientras de mi boca salía una exclamación de sorpresa y terror, mi boca quedó abierta y mis manos bajaron a taparla, y así me quedé durante los largos minutos que Marco yacía tirado en medio del trazado de Sepang. De pié frente al televisor, con las manos tapando mi boca que ya empezaba a susurrar ese "madre mia, no no no", que estuve repitiendo durante un larguísimo rato. Negando con la cabeza lo que mis ojos estaban viendo, no podía apartar las manos de mi boca, esa caída fue muy mala, los que vemos motos lo sabíamos, los vemos caerse continuamente y levantarse sacudiéndose el polvo como si nada, pero esta caída no fue como esas, esta caída me trajo al pensamiento automáticamente a Shoya Tomizawa y el accidente en el que el año pasado perdió la vida también durante la carrera. Fueron unos minutos horribles, 45 minutos en los que pendientes de la televisión y todavía con las manos tapando mi boca abierta que no se creía lo que estaba pasando, suplicaba mentalmente, no se a que o a quien que no se hubiese matado. Mas de media hora sin saber absolutamente nada, ni siquiera sabíamos si estaba vivo o no, hasta que empezaron a filtrarse noticias, primero de que estaba vivo pero en estado crítico, después que la cosa pintaba mal, que tenía marcas de neumático en el cuello y a las once de la mañana esa terrible frase de "Marco Simoncelli ha muerto". Nos lo temíamos, pero nadie estaba preparado para recibir tal jarra de agua fría. La televisión se quedó muda, a mi se me quedó pequeño el piso, comencé a caminar por el sin ir a ningún sitio, intentando sacar ese nudo que ahogaba mi garganta y que a día de hoy todavía no ha salido. Fue un duro golpe para mi, era uno de mis dos pilotos favoritos, el otro, horribles coincidencias es uno de los que impactaron contra el, los que me conocéis sabéis que yo apoyaba mucho a Simoncelli y creía mucho en el, ahora para mi va a ser difícil que las carreras tengan sentido. Para mi ha muerto parte de este deporte, gran parte de la afición que le tenía al motociclismo era por Marco Simoncelli y con el se va gran parte de mi afición por este mundo del motor.

Marco nos has dejado, has dejado coja a la familia de las motos, el paddock está triste, los aficionados estamos tristes. Allá donde estás espero que tengas una buena moto ya que tienes todo el cielo para correr con ella. Te voy a echar mucho de menos Campeón, descansa en paz Simoncelli.



Texto: Vero Sanctuary

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